martes, 23 de diciembre de 2008

Libertad textual

Aunque prevalecen ciertas características, a mis parejas textuales las hallo en cualquier sitio ad hoc al feeling, me acuso de supersticiosa y perezosa defectos que por suerte no evita la muerte. A la literatura me le declaro como amante promiscua eso sí, leal y constante. La promiscuidad es resultado de la pasión que me coge cuando las letras de otras muchas personas seducen mis ojos ciegos, ávidos de emoción tanto que en los momentos de ansiedad no importa la clase, también soy vulgar, luego me asqueo pero sólo así se conoce “por probaditas”.

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